Luis Felipe Gamarra
Mesa Redonda
Lima, 2009
232 páginas
Serie No-ficción
Precio de venta: 29 soles
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«La característica que une a todos los personajes de este libro es su falta de arrepentimiento. Todos se sometieron a uno de los gobiernos más corruptos de nuestra historia y participaron, desde posiciones distintas, de los beneficios de la funesta década de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Pero ninguno se arrepiente. A pesar de los vladivideos, de la documentación y probanza de los numerosos delitos cometidos —desde peculado hasta torturas y asesinatos—, de las condenas a Montesinos y sus principales operadores, ninguno de los personajes, cuyos perfiles se trazan en estas páginas, revela el más mínimo remordimiento por el papel que jugaron durante la década del noventa.»
Fernando Rospigliosi
«Se ha escrito mucho sobre la corrupción del fujimorismo, desde diversas perspectivas, pero Luis Felipe Gamarra, junto con Manuel Robles y Carlos Paredes, llenan un vacío sobre el tema al ofrecer una mirada documentada de los actores secundarios de la corrupción, aquellos que se aproximaron al SIN en busca de beneficios de diverso tipo. En un libro ágil y bien escrito, Gamarra, Robles y Paredes presentan seis historias de "pequeños dictadores", personas que, en mayor o menor medida, pactaron y se hicieron poderosos con Montesinos.»
El Comercio, 16 de diciembre de 2007.
«El periodista Luis Felipe Gamarra tiene treinta años de edad pero su experiencia es, más bien, la de uno de sesenta. Ha publicado crónicas en casi todos los medios presentables de Lima y ha reporteado en los principales programas periodísticos incluyendo, por supuesto, a Panorama, donde le tocó por suerte trabajar bajo las órdenes de Alejandro Guerrero, mal que nos pese, "El" reportero del Perú. Fue esa accidental cercanía con el hombre de la barba cana y la voz engolada lo que le permitió atisbar, no sin sorpresa, ese otro yo, su oculto Mister Hyde, su vida secreta, en suma: los incontables anticuchos de una mediática celebridad que, en la vida real, no era, pues, ni tan admirable ni tan ejemplar como a todos nos parecía. La crónica contiene algunas de las páginas de periodismo de investigación más minuciosas y cautivantes que he leído en mi vida.»
Beto Ortiz
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